jueves, 3 de enero de 2008

LA CABALGATA DE LOS REYES MAGOS





Sin duda el acto central y más emotivo de las fiestas navideñas en la ciudad de Alcoy es la cabalgata de los Reyes Magos. No hay que olvidar que es la más antigua que se celebra en España y este año desarrolla la edición ciento veintitrés.




Ya hay constancia documentada de la entrada de sus majestades en el año 1866, aunque posteriormente, y debido a diversas circunstancias no se pudo celebrar todos los años. Está declarada de interés turístico nacional.



Pero vayamos por partes. Todo empieza el día 4 de Enero. Ese día, al anochecer desfila por las calles de la ciudad el embajador real que lee una misiva de los Reyes Magos por toda la ciudad en la que anuncia la inminente llegada de los tres reyes. Los niños acuden a la llamada y escuchan al embajador mientras depositan sus cartas en unos buzones llevados por unos burritos sobre sus lomos. De ahí que este acto también se denomine “de la burreta”. Esa noche los reyes leerán todas las cartas y prepararán todos los regalos que llevarán al día siguiente.



El día 5 toda la magia llega a la ciudad. Precedidos por antorcheros, guardia personal y música de trompeta y fanfarria llegan los personajes más queridos de los niños (y de los que no lo son tanto). Montados sobre impresionantes camellos recorren todas las calles de Alcoy.




A su alrededor, cientos de pajes negros corren con los paquetes de regalos y suben por interminables escaleras a los balcones de las casas para entregar los presentes. Toda la ciudad se llena de sirvientes con regalos que repartirán sin descanso por todos los hogares. Y al llegar al Nacimiento (situado en la Plaza de España) efectuarán la adoración del Niño en medio de un espectáculo musical y pirotécnico digno de contemplación.



La diferencia con otras poblaciones es que, mientras en el resto de España los niños reciben sus regalos al levantarse al día siguiente, en Alcoy se hacen entrega mientras transcurre la Cabalgata.



Ya sé que es un día muy complicado para desplazarse y visitar otras poblaciones, pero si tenéis ocasión venid a ver la Cabalgata de Alcoy, aunque sólo sea un año. La emoción del desfile y, sobre todo, el ver cómo los pajes suben por las escaleras hasta los balcones cargados con paquetes de regalos, es algo que difícilmente olvidaréis.



En una ocasión tuve a una niña de unos cinco o seis años que no era de Alcoy a mi lado. Cuando ya casi había transcurrido todo, y mientras los pajes hacían sus últimas entregas oí que le decía a su madre: “Mamá, aquí los Reyes son los de verdad”

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